jueves, 1 de junio de 2017

Mejores márgenes de exportación para la carne impulsan envíos 
Los precios internacionales, los valores de la hacienda y las políticas comerciales le juegan a favor. El tipo de cambio puede complicar a futuro.  
El sector ganadero y frigorífico viene de una década de desfinanciación, con una reducción en el stock bovino de alrededor de 10 millones de cabezas, junto con la paralización casi total de las exportaciones, pero a partir del año pasado la situación comenzó a cambiar lentamente y hoy se avizora un mejor panorama para la actividad. 
Según un informe elaborado por el economista Juan Manuel Garzón, de IERAL- Fundación Mediterránea: "Las estimaciones indican que los márgenes de exportación mejoraron a partir del 2016, mejora que se mantiene en 2017. Ahora la cadena bovina argentina se encuentra sensiblemente mejor para ofrecer volúmenes crecientes de carne al mundo, incluso hacia los principales mercados de ingresos medios-bajos ( China, Rusia), respecto de lo que estaba en los años previos". 
Así es que el informe detalla que el margen bruto de exportación para para un planteo teórico que se destina a un mercado de ingresos medios-bajos (Rusia -China ) se ubicó a comienzos de 2017 en $22,40 por kilo de integración, para un costo implícito de $45,40. Esto representa un Ratio margen / Costo del 49%, guarismo que supera por caso al que se tuviera en promedio entre los años 2010/2015 (en ese entonces no superaba el 25%) y también que excede el ratio equivalente estimado para la integración destinada a mercado interno (28% en igual período). 
En una perspectiva más larga, es necesario trasladarse hasta el período 2007-2009 para encontrar márgenes de exportación más favorables que los actuales. 
Distintos son los factores que hoy juegan a favor del negocio cárnico para ganar más mercados y el restablecimiento de los reintegros a las exportaciones fueron clave ya que de cero pasaron a ser de entre 3,5 y 4%, dependiendo del grado de valor del producto. 
Los márgenes brutos de exportación dependen de los precios internacionales, el tipo de cambio, la política comercial y el precio de la hacienda. Aquí el sector tiene todo a favor, a excepción del tipo de cambio, cuestión que habrá que seguir de cerca en el mediano plazo para que el negocio no comience a arrojar números negativos. 
"En lo que va del año se está observando cierto atraso del tipo de cambio y del precio de la hacienda en relación a la tasa de inflación, lo que, como se refiriera, no le hace bien a estos actores de la cadena bovina. Se trata de un fenómeno a monitorear, dado que de mantenerse es de esperar una desaceleración en las exportaciones por aumento de costos y deterioro del negocio de exportar carne", explican desde IERAL. 
"No será sencilla la reinserción de Argentina en el mercado internacional, tras tantos años de ausencia, y con la fuerte presencia de los grandes jugadores en el negocio mundial de la carne bovina como Brasil, Australia y Estados Unidos. En lo comercial se deberá continuar con la estrategia desarrollada en el último año, de abrir mercados que están cerrados o que son de difícil acceso por cuestiones sanitarias", detallan pero sin dejar de remarcar que la oportunidad está y no hay que dejarla pasar.
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