viernes, 5 de mayo de 2017

Por campaña se pierden más de U$S 1.000 millones 
Durante la cosecha y según evaluaciones realizadas por el INTA, anualmente casi cuatro millones de toneladas de granos quedan en los lotes sin recolectar, por diversas razones productivas. 
Para extender la frontera del rendimiento, el abordaje eficiente de la cosecha es una problemática y, a la vez, una oportunidad. Según evaluaciones del INTA en siete provincias, en la última campaña quedaron 3.815.840 toneladas de granos tiradas en los rastrojos, lo que equivale a más de US$ 1.019 millones. 
Ahora, para 2020, especialistas del instituto estiman que con buenas prácticas de manejo de bajo costo será posible recuperar el 20 % del volumen perdido y ampliar el saldo exportable del país, así como los márgenes económicos de los productores. 
“Las pérdidas reales durante la cosecha superan los niveles de tolerancia recomendados entre un 25 y un 50 %, según el cultivo”, calculó Mario Bragachini, coordinador de un proyecto integrador en el marco del Programa Nacional Agroindustria y Agregado de Valor del INTA. 
“El desafío del INTA apunta a reducir un 20 % los valores actuales de pérdidas en los próximos tres años, lo que implicaría recuperar –al menos– US$ 204 millones anuales”, resaltó. Además de las disminuciones por pérdida física de granos, “se suma que la cosechadora es la principal responsable del daño mecánico que tiende a provocar mermas durante el almacenamiento y reduce el valor comercial de la producción”, explicó. 
De acuerdo con Federico Sánchez, coordinador del Módulo de Eficiencia de Cosecha, “la tecnología necesaria para reducir las pérdidas de cosecha de granos está disponible y avanza día a día”. Y argumentó: “El país mejoró el parque de cosechadoras en cantidad y calidad y posee productores y contratistas de cosecha altamente capacitados”. 
Además, explicó que “el 65 % del área sembrada en la Argentina es recogida por contratistas que les ofrecen el servicio a los productores”. De este modo, “la figura del contratista especializado y tecnológicamente actualizado resulta un aliado para incrementa la eficiencia”, sostuvo en relación con el impacto que genera el trabajo con actores públicos y privados. 
Evolución Nacional
Según un informe del Módulo de Eficiencia de Cosecha del INTA, en los últimos 15 años el parque nacional de cosechadoras creció un 45 % y se actualizó en un 24 %: el promedio de envejecimiento de las máquinas se redujo de 11,5 años en 2002 a 8,7 años en 2017. 
Hoy, hay en circulación 26.164 cosechadoras en el país frente a las 18.000 que había en 2002. José Peiretti, especialista del INTA Salta, afirmó que “el 38 % del parque de cosechadoras está formado por modelos axiales que cosechan casi el 60 % del área sembrada y permiten una trilla más suave y progresiva”.
Además, describió: “El 8 % del parque ya está equipado con cabezales draper que otorgan una gran ventaja a la hora de cosechar soja, trigo, cebada y otros cultivos como colza, garbanzo y porotos, reflejada en una mayor capacidad de trabajo de la máquina y en una trilla con más calidad de grano”. 
El informe indica que la comercialización de las cosechadoras utilizadas en el país para recolectar cultivos graníferos genera un volumen anual de casi US$ 400 millones. En este sentido, Bragachini detalló: “Si a esta cifra se le se suman las ventas de acoplados tolvas autodescargables, tractores, cabezales maiceros y girasoleros, drapers, tanques de combustible, talleres rodantes y casillas, totalizan unos U$S 650 millones anuales, poco menos del 50 % de la inversión en maquinaria del mercado interno”. 
Fte.: INTA