martes, 16 de mayo de 2017

Engorde a corral de vacas vacías: un negocio de riesgo muy caro
Muchas veces, los negocios colaterales en los eslabones clásicos de la cadena de valor de la carne bovina, encuentran su fundamento en el oportunismo propio del conocimiento y aprovechamiento de los ciclos y estacionalidades inherentes a las fuerzas de oferta y demanda propias del mercado. 
Es así, que para los productores de terneros, la actual etapa del año y de su ciclo de negocio, constituye una disyuntiva que los enfrenta a la decisión de vender las vacas de descartes resultantes del tacto, o destinar parte de sus recursos económicos y productivos al engorde de las mismas en pro de un cambio de categoría que les permita venderlas con más kilos y a un mejor valor. Todo ello, siempre bajo la premisa de que en dicha decisión subyace como costo de oportunidad el ingreso inmediato de la eventual venta de las vacas tal cual salen del descarte post tacto. 
Hablamos de oportunismo, porque la sincronización de los rodeos a nivel agregado provoca una estacional y notoria afluencia de vacas que tras ser descartadas luego del tacto incrementan la oferta en un mercado que consecuentemente responde con una disminución de su precio, generando con ello la disminución del costo de oportunidad de la alternativa de retener, engordar y vender. 
Es Bajo dicha ventana de oportunidad ofrecida por la presente estación del año, que hoy nos proponemos analizar esta última alternativa mediante el engorde de las vacas de descarte en un sistema a corral, respetando para el análisis, el esquema productivo propuesto para la modalidad de feed lot con dicha categoría de hacienda en el artículo publicado por Márgenes Agropecuarios para abril del corriente con el título de “El negocio de la vaca 2017”. 
Datos técnicos
Peso entrada KG/cab 350 
Peso salida KG/cab 473 
Desbaste % 5 
Peso venta gorda KG/cab 449 
Peso venta descarte KG/cab 350 
Producción KG/cab 99 
Conversión Kg MS/Kg KgMS/Kg 10 
Aumento diario KG/cab 1,1 
Días engorde días 90 
% MS ración % 72 
Consumo ración MS KG/cab 990 
Consumo ración tal cual KG/cab 1375 
% Mortandad % 1 
% final Vacas descarte % 10 
Ante dichas premisas técnicas, ahora trataremos de analizar el comportamiento del negocio frente a las condiciones que el mercado ofrece actualmente, así como con las que las expectativas de sus operadores enmarcan como posibles para el momento de la venta del producto final (vacas gordas dentro de 90 días). 
Fuentes de Ingresos
Centa vacas gordas $/kg 18,2 
Venta vacas descarte $/kg 13,7 
Costos
Ración tal cual $/tn 1270 
Ración MS $/tn 1775 
Alimentación /Kg $/kg 17,75 
Sanidad $/cab 68 Personal (1 c/500 cab) $/año 212000 
Administración $/año 56500 
Asimismo, el modelo de encierre considerado contempla una dieta de MS 11,5% silo de maíz, 81% maíz partido, 5% pellet de girasol alta proteína, 2,5% núcleo mineral con monensina y urea. 
En base a dichos datos, es posible modelizar el negocio bajo análisis surgiendo como resultados los expresados seguidamente: 
Contribución marginal/cabezas
Ventas $/cab 7756 
Gastos Comenrcialización $/cab 776 
Costo Vaca Vendida $/cab 4315,5 
Ingreso Neto $/cab 2665 
Alimentación $/cab 1669 
Sanidad $/cab 68 
Personal $/cab 106 
Administración $/cab 28 
Amortizaciones $/cab 250 
Costo por barro $/cab 192 
Total Costos Directos $/cab 2314 
Contribución Marginal $/cab 351 
Como se puede apreciar, si bien los datos actuales contemplados en el modelo de análisis arrojan una contribución marginal positiva ($351 ganados por cabeza vendida), también es evidente que el precio de las vacas gordas sujeto a riesgo de depreciación durante los próximos 90 días, resulta ser la variable crítica para el éxito del negocio, a tal punto que una disminución del mismo en un porcentaje mayor a un 5% convertiría el negocio en un quebranto. Por ello, se entiende racional concluir, a prima facie, que al menos bajo esta modalidad de engorde, dicha alternativa no se muestra tan atractiva. 
Por otro lado, si incorporamos al análisis el componente financiero implícito en toda inmovilización y postergación de la realización de ingresos, resulta inevitable comparar la inversión bajo estudio con su costo de oportunidad primario (la tasa de interés aplicable al disponible que podría materializarse frente a la decisión de vender las vacas tal cual salen del tacto). 
En dicho caso, y con un costo de oportunidad cercano al 24% (Lebac), la colocación del disponible prácticamente empardaría la opción productiva, dejando todo su riesgo implícito como demasiado caro frente a la posible recompensa ofrecida.
Decisión Ganadera